La tradición Nazi con la que damos la bienvenida al nuevo año
- Esther Rodríguez Gallardo
- 27 dic 2017
- 3 Min. de lectura
El famoso concierto de año nuevo de la Wiener Philarmoniker tiene lugar la mañana del 1 de enero en la Große Saal o Goldener Saal de la Musikverein de Viena (Austria). Pero… ¿Cuándo se convirtió este concierto en una tradición? Para descubrirlo, tenemos que recordar una historia más oscura de lo que podemos imaginar.

Todo comenzó el 31 de diciembre de 1939, cuando se celebró un Außerordentliches Konzert (concierto extraordinario) para sufragar una campaña de bienestar del partido Nacional Socialista. Fue Clemens Krauss, amigo íntimo del Ministro de Propaganda Nazi Joseph Goebbels, quien tuvo la iniciativa de llevar a cabo este concierto, y también quien se puso al frente de la orquesta. En ese concierto se interpretaron exclusivamente obras de Johann Strauss hijo (1825-1899), concluyendo con la obertura Die Fledermaus.
Sorprendentemente, cuando los Strauss aún vivían, la Filarmónica de Viena veía su música de forma desdeñosa y despreciativa. ¿Por qué entonces comenzaron a tocar sus obras en este famoso concierto? Era una forma de promocionar el nacionalismo tocando obras de un gran compositor austríaco, y al mismo tiempo una forma de relajar el ambiente hostil con los ritmos y melodías ligeras de las polkas y los valses. A pesar de que Johann Strauss hijo (el más conocido de la saga de los Strauss) tenía antepasados judíos, el propio Joseph Goebbels, se encargó personalmente de que esta información no saliera a la luz, para poder otorgar la condición de ario honorario a uno de sus compositores más famosos.
El concierto se volvió a repetir en 1941, cuando sí se llevó a cabo el día de año nuevo, volviendo a tocar obras de Johann Strauss y utilizándose como un evento unificador a la par que una herramienta de propaganda al ser emitido en directo a lo largo y ancho del Tercer Reich.
Tras el fin de la guerra, el concierto de año nuevo continuó celebrándose, a pesar de su oscuro origen y del escándalo mediático que provocó la ausencia de despidos entre los 123 miembros titulares de la orquesta tras la caída nazi. A este hecho se sumó la entrega de un Anillo de Honor (alta distinción de la Filarmónica de Viena) al criminal de guerra nazi Baldur von Schirach en 1966, tras veinte años en la cárcel. Ahora se sabe también que un total de dieciséis músicos fueron deportados u obligados a huir durante el nazismo y 5 miembros judíos de la orquesta fueron asesinados, según una investigación llevada a cabo recientemente por un grupo de historiadores. La Filarmónica de Viena lleva varios años impulsando este tipo de estudios, que permitan esclarecer todos los detalles de esa etapa negra. En su página web podemos encontrar, tanto en alemán como en inglés, todas las publicaciones de los estudios que se han llevado a cabo sobre el tema.
Tras la muerte del anterior director Clemens Krauss en 1955, el primer violín de la orquesta, Willi Boskovsky, asumió la dirección, y fue a partir de ese momento, en el que el violinista tocaba y dirigía, que el concierto alcanzó su consolidación mediática. No fue hasta 1958, cuando se inició la costumbre de tocar tres propinas al final del concierto: una polka rápida a elegir, el vals "El Danubio Azul" de Johann Strauss hijo y la "Marcha Radetzky" de Johann Strauss padre para finalizar. Durante esta última obra, es a día de hoy tradición que el público aplauda al compás y el director se gire para dirigirlo, en lugar de a la orquesta.
A partir de 1987, cuando se le concedió el honor a Herbert von Karajan de que dirigiera este prestigioso concierto, se decidió que cada año fuera un director invitado diferente el que lo dirigiera. Desde entonces han pasado por allí directores tan prestigiosos como Claudio Abbado, Zubin Metha, Mariss Jansons, Gustavo Dudamel o Riccardo Muti entre otros muchos. Este último será el encargado de volver a dirigir el concierto (ya lo hizo en 1993, 1997, 2000, y 2004) dentro de unas semanas, del que podremos disfrutar a través de RTVE a partir de las 11:15.
Programa del Concierto de Año Nuevo 2018
Director: Riccardo Muti
Johann Strauss, Jr. Einzugsmarsch aus der Operette „Der Zigeunerbaron“, ohne op.
Josef Strauss Wiener Fresken. Walzer, op. 249
Johann Strauss, Jr. Brautschau. Polka, op. 417
Leichtes Blut. Polka schnell, op. 319
Johann Strauss, sen. Marienwalzer, op.212 Wilhelm Tell Galopp, op. 29b
Franz von Suppé Ouvertüre zu "Boccaccio"
Johann Strauss, Jr. Myrthenblüten. Walzer, op. 395
Alphons Czibulka Stephanie-Gavotte, op. 312
Johann Strauss, Jr. Freikugeln. Polka schnell, op. 326 Tales from the Vienna Woods, Waltz, op. 325 Fest-Marsch, op. 452 Stadt und Land. Polka mazur, op. 322 Un ballo in maschera. Quadrille, op. 272 Rosen aus dem Süden. Walzer, op. 388
Josef Strauss Eingesendet. Polka schnell, op. 240
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