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La violencia en humanos, ¿un rasgo cultural o una estrategia adaptativa?

  • Carlos Cano
  • 10 dic 2017
  • 2 Min. de lectura

El debate sobre la naturaleza de la violencia humana ha sido continuo desde hace siglos. Uno de los primeros textos donde se debate este tema es el "Leviathan" (1651) del filósofo inglés Thomas Hobbes. Ciertos sectores consideran que la violencia letal intraespecífica, es principalmente un rasgo cultural, sin embargo hay evidencias que indican que este comportamiento, común en muchos mamíferos, tiene también un componente genético significativo. En consecuencia, se reconoce que la evolución ha moldeado este comportamiento violento, de tal modo que la violencia puede verse como una estrategia adaptativa que ha favorecido durante millones de años el éxito reproductivo.


En el año 2016 un grupo de investigadores españoles publicó en la prestigiosa revista científica "Nature" un artículo sobre la violencia letal en humanos analizada desde una perspectiva filogenética. Su estudio se sustentaba en una inmensa base de datos, con más de 4 millones de muertes registradas en 1024 especies de mamíferos pertenecientes a 137 familias, y datos de muertes por violencia intraespecífica de más de 600 poblaciones humanas desde el Paleolítico hasta nuestros días. Para construirla se ayudaron de informes bioarqueológicos y paleo-osteológicos, registros etnográficos, anuarios estadísticos y autopsias verbales.


Los resultados mostraron que la violencia letal intraespecífica es común en el linaje de los mamíferos, apareciendo en el 40% de las especies, especialmente aquellas territoriales. Los humanos no son una excepción y han heredado su propensión a la violencia. Sin embargo su comportamiento ha variado a lo largo de la historia y en función de las distintas sociedades. Sorprendentemente, a partir de la Edad Moderna se produce un decrecimiento en la violencia intraespecífica, siendo la Edad Contemporánea la más pacífica de la historia de la humanidad. La tasa de homicidios en sociedades modernas con fuerzas policiales, sistemas legales y prisiones es 200 veces más baja que la tasa de violencia que estiman en este trabajo los autores para un estado natural,evidenciando que, efectivamente, a pesar de nuestra "herencia", las sociedades y la cultura pueden modificar nuestras tendencias innatas.


El artículo no estuvo exento de polémica tras su publicación. Muchos criticaban la fiabilidad de la base de datos con la que se hizo el estudio. Una base de datos que efectivamente presentaba muchos datos y muy buenos de determinadas especies o de las poblaciones humanas contemporáneas, pero que no disponía de buenas referencias de mamíferos inusuales o de poblaciones humanas de edades anteriores. Sin embargo, no deja de ser un estudio tremendamente novedoso y ambicioso que arroja algo de luz a una pregunta que lleva haciéndose la humanidad largo que tiempo y que abre una puerta a futuras investigaciones.


Referencias: Gómez, J.M.; Verdú, M.; González-Mejías, A. y Méndez, M. (2016). The phylogenetic roots of human lethal violence. Nature 538: 233-237.

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